El testimonio de vida del poeta Saúl Ibargoyen

Por Joel Gustavo Rodríguez Toral

Interesante y realmente útil es el libro dedicado al poeta Saúl Ibargoyen, quien lamentablemente murió el 9 de enero de éste año en curso. El libro que pondero en este artículo es el escrito por la poetisa, periodista y escritora: Hortensia Carrasco. Ella tuvo la fortuna de realizar una serie de entrevistas al poeta, las cuales plasmó en Semblanza de un poeta, título editorial de lo más desafortunado ya que es también testimonio de la autora.

De 142 páginas, una semblanza se llevaría a lo máximo 3 páginas, el texto que señalo es un libro testimonial que une tanto la obra escrita ya sea poesía o novela, géneros conocidos de sobre manera por Saúl Ibargoyen, quien antes que todo era un poeta. Surgido y reconocido en: «La generación de la crisis», bautizada por el crítico uruguayo: «Ángel Rama».

El primer poemario de Saúl Ibargoyen: «Pájaro en el pantano», apareció en 1954. En Semblanza de un poeta se destaca que Ibargoyen es un poeta sudamericano que vivió en carne propia, ciertas postales heredades de la guerra fría y del gobierno expansionista norteamericano en su país natal: Uruguay. Además de ser un testimonio vivo de las entrevistas y sesiones que el poeta personalmente concedió a la periodista cultural Hortensia Carrasco, el documento es fiel a la voz sincera del poeta, tanto que el mismo autor uruguayo sugiere el silencio a algunos de sus recuerdos que le hicieron daño, y que no quiso avivar en las entrevistas-charlas con la poetisa.

Interesante punto el de los secretos y el de los silencios, pero no es el único punto de gran sabiduría, Saúl Ibargoyen nos habla de cómo conoció el mundo, desde un estira y afloja entre el pez grande que se come al chico, y cómo se descubrió al despertar del amor y de las relaciones, de los trabajos y oficios, del fútbol incluso recuerda el mundial en su país, en una voz centrada, transcrita magistralmente por Hortensia Carrasco.

Escrito con grandes recursos de entrega, escritura fina, precisa e intuitiva que nos lleva a esos juveniles ojos de espíritu rebelde, de ávido lector, y de poeta, el libro está realizado bajo un periodismo que sabe despertar al lector, al cautivo de las palabras y de la acción de la lectura. Yo mismo me encuentro maravillado con las frases, y el acomodado de las palabras, de tal manera sugerentes, hay algo de experimental y complejo en el trabajo de Hortensia Carrasco, quien nos lleva a la voz del poeta, de su pulsación, a reservas de las pausas de las memorias del mismo Ibargoyen y de su estar a sus anchas, diciéndonos lo maravilloso que es acercarse a la cultura árabe, y que indudablemente desde muy joven lo atrapó.

Hortensia Carrasco logra develar a la persona detrás del quehacer literario, periodístico y editorial, es curioso como alguien que fue cajero de un banco en Uruguay pasó a ser un periodista cultural en México, en nada más y nada menos que la famosa revista Plural, en la cual colaboró tanto con Edmundo Valadez como con Jaime Labastida. O se convirtió en profesor en la población marginada de Uruguay cercana a la frontera con Brasil, sufrir la persecución por sus convicciones políticas en un país de gobierno militar y represor.

Saúl Ibargoyen es dueño de sus silencios: habla de su segunda esposa, pero calla su nombre, síntoma de su convicción de guardar secretos. Además, el libro se redondea con los testimonios arteros y sumarios de Thelma Nava, poeta y amiga, Juan Carlos Castrillón, poeta, amigo y discípulo del taller de Saúl Ibargoyen, y de Marilú Suárez dramaturga, amiga y esposa, testimonios que redondean ampliamente tanto la personalidad cómo el deber de oficio del arte de escribir, indudablemente de la vida del maestro Saúl Ibargoyen.

El texto en cuestión es la tesis de la poeta, con la que se tituló en periodismo en la U.N.A.M. Sólo que dicha tesis tenía otro título, y que al parecer al editor no le agradó, he aquí el título original: «Si el tiempo es una cadena ¿en qué mierda de eslabón estoy sentado?», frase profunda de uno de los poemas del finado Saúl Ibargoyen. Sin embargo insisto es esto, se trata de un documento fiel, a todas luces testimonial que merecería mejor trato.

Libro de novedad, y más ahora que el maestro Ibargoyen nos ha legado sus poemas, sus novelas, sus ensayos, sus críticas literarias,  su testimonio de vida, ahí dispersas en espera de aparecer en algún tomo de obra completa, de antología, tan necesaria sobre todo porque es reflejo del mundo de transición que vivió el poeta nómada, de Uruguay a Europa o México o Arabia, y quien además en vida fue un excelente traductor del libro de poesía del poeta árabe: «Muahmmud Ibn Al-Mahad”, llamado: Cantos a la amada.

Semblanza de un poeta

Hortensia Carrasco

Ediciones EÓN 1997

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